lunes, 29 de agosto de 2011

A la vejez, viruelas

He dormido poco hoy, me han traído a mi abuela a casa, tiene que pasar el resto de su vida con nosotros porque esta incapacitada para vivir sola, tiene alzheimer y encima, nos la han traído con un brazo dislocado y me ha tocado hacer de niñera para acompañarla al baño las 100 veces que la pobre creía tener ganas de ir. Es un problema sí, pero no viene solo. Llega el estrés de todos los que vivimos aquí, las malas caras, malas contestaciones, discusiones tontas porque saltamos a la de nada...'Mientras vivas en mi casa harás lo que yo te pida' la frase típica del padre enfadado a las 10 de la mañana y piensas: 'Lo que me queda de día...'


Me da un poco de vergüenza decirlo, pero dependo de mis padres, aunque si se mira bien, todo el mundo tiene alguna dependencia. Mira mi abuela, una mujer independiente, con su casa, su gato y una visita de sus hijas al día, le era suficiente. Su vida era sencilla, pero agradable. Ir a comprar al mercado, luego unas naranjas, subía por la misma calle de su casa, compraba el cupón de la ONCE y para casa a comer. Luego su comida, su novela de por la tarde hasta la noche. Ahora, no se acuerda de dónde vive, se pasa el día postrada en un sillón en el salón de mi casa mirando la televisión o dormida. Solo se levanta para ir al baño y hay que ir a ayudarla, puesto que la ayuda de las muletas no son suficientes.

Pero bueno, algunos dependen de las drogas para estar bien, otros dependen del sexo... para otros su mayor dependencia es el trabajo...
¡Si! todo el mundo tiene una dependencia, pero no se porque me parece que me quejo por quejarme, porque de todas, la de mi abuela es la peor.

Ojala pudiera preguntarle a mi abuela, para que me ayudara en algunas cosas, consejos... pero ella nunca ha sido así. Una lástima, tiene don de genio, mala leche y se que de alguna manera u otra, pudiera haber aprendido cosas de ella, bien para corregirme, bien para mejorar.
Muchas veces pienso que se comporta así porque necesita una dosis de afecto, necesita llamar la atención de alguna manera y con su enfermedad, le da igual quien se la suministre.

La verdad es que todos queremos lo mismo : " que nos quieran y vivir felices"
Todas las decisiones las tomamos con ese mismo objetivo, por eso nos da tanto miedo equivocarnos. Todas las decisiones tienen sus consecuencias y sus riesgos. Sobre todo cuando nos saltamos las normas y toca nadar contra corriente.

Aun así, depender de los padres no es tan malo, es mucho peor depender de los hijos.
Tenemos dependencias de todas clases, algunas no parecen serlo, porque nos hacen sentir mejor, otras dependencias son evidentes, hay cosas sin las que es imposible vivir.
Cuando dependemos de algo que nos da la vida, es mejor aceptarlo y vivir, cuando dependemos de algo que nos perjudica, mejor darse cuenta y mas vale tarde que nunca.

Y ésta es la principal dependencia de todas, la del afecto y el cariño, la del amor.
Así que quizás también me toca reconocer que mi vida esta llena de dependencias y de prejuicios.

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