sábado, 3 de septiembre de 2011

Un error de los grandes

Tengo tantísimas emociones en el día de hoy que no se por dónde empezar. Me apetece escribir sobre la decepción, ese sentimiento que nos surge cuando no se han cumplido las expectativas sobre una persona. He conocido miles de personas que tras una decepción desencadenó la depresión y la verdad para según qué persona, no merece derramar ni una sola lágrima.



Imagino que será algo parecido al arrepentimiento solo que éste enfoca básicamente en las elecciones personales cuando en la decepción la insatisfacción viene de otra persona, y sí, duele más mientras más la quieres.

¿Qué hacer cuando sabes que has decepcionado a alguien?
Yo creo que eso es remediable, que no es algo tan grave puesto que se puede compensar de cierta manera, aunque soy de las que dice que perdono pero no olvido. Nuestros mejores éxitos vienen a menudo después de nuestras mayores decepciones solo hay que saber aprovechar todas las oportunidades que te dan, eso sí, si te importa perder o no a esa persona que diciéndolo rápido, sufre por ti, ya que cuando la decepción afecta a las personas, se cambia la imagen mental que se tenia de ellas, sobre todo si afecta a partes fundamentales de la personalidad y puede producir la ruptura de la relación, por lo tanto es mejor actuar rápido y no dormirse en los laureles esperando un milagro porque nadie va a venir a salvarnos de una metedura de pata de nosotros mismos.

Tenemos que tener en cuenta que si hacemos algo mal, el cual decepciona a una persona que quieres con todo tu ser, luego, tenemos que darlo todo para volver a recuperar toda esa confianza depositada en nosotros. Y es que nada hay tan difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de su generosidad porque si nunca esperas nada de nadie nunca te decepcionarás.

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