lunes, 5 de septiembre de 2011

Nuestro querido, Edward.

Si algo puede salir mal, saldrá mal. Pues sí, que queréis que os diga, tiene toda la razón el cabrón del Murphy. ¿Para qué diría eso el personajillo este? ¿Para que a todos nos salga mal todo? Ya podría haberse tumbado un poco a la bartola y dejar a 'los del futuro' en paz. Es que denota una actitud pesimista, resignada e incluso burlona que os digo la verdad, me toca las narices, porque encima acierta, aplicable a todas las situaciones desde las más simples de la vida cotidiana a la más complicada .
Éstas, seguro que alguna vez las habéis experimentadoa. Por ejemplo, te sumerges toda en la bañera y eso hará sonar el teléfono. El seguro lo cubre todo, menos lo que te sucedió. Ojo, que cuando necesites abrir una puerta con la única mano libre, las llaves fijo que estarán en el bolsillo opuesto o cuando tengas las manos llenas de grasa te va a picar la nariz. Se me olvidaba, la única vez que la puerta se cierra sola es cuando has dejado las llaves dentro, vas al baño y suena el timbre …
Menudo ingeniero de pacotilla el Murphy, ¿pero cómo le hacéis caso a un tipo que experimenta con cohetes? ¿Se lo hubiera podido inventar cualquiera esto, no? Qué lástima no haber nacido antes …
Pero dejando al tipo éste, enserio que pasan este tipo de cosas eh … ¿Cuántas veces has llegado al teléfono fijo de casa justo para escuchar que cuelgan? ¿O cuando tras muchísimos años de haber guardado algo sin usarla decides tirarla, no pasa más de una semana sin que la necesites de verdad?
Poneros en situación, me ha pasado mil veces, entras a la peluquería toda ilusionada y sales estupenda y radiante, mirando a todo el mundo con aires sensuales, moviendo tu pelo porque total, va a volver al sitio con la cantidad de laca que te ponen... y nada mas salir, un viento acojonante, pero lo peor de todo es que ¡la velocidad del viento aumenta proporcionalmente según haya sido el precio del peinado! Y llegas a casa y encima te dicen ''¿pero tú no habías ido a la peluquería?. Fijo que ese se lo inventó Llongueras.
Bueno, hoy aunque parezca mentira, estoy bastante triste, esto de no vivir sola no me gusta un pelo la verdad pero bueno mejor no tomarme tan en serio la vida, al fin y al cabo no saldré viva de ella, ¿no? Ese es el teorema de 'muerto al hoyo y vivo al bollo'.
También conozco una Ley pero no es tan conocido el autor como Murphy, se llama Lamparón. Os explico, éste dijo que la probabilidad de que te manches comiendo es directamente proporcional a la necesidad que tengas de estar limpio. Oye pues es cierto, y a este tipo no se le valora tanto como a Edward. (Murphy).
¡Otra, otra! Vosotros sabéis qué mierda de televisión tenemos actualmente... bien pues si solo hay dos programas que valgan la pena, verás que van a ser a la misma hora. Yo a ésta ley la llamaría ''Ley de QuéCo jones Tienen'' ¡Eh, queda estupendo! O esperaros porque aquellos de vosotros los cuales siempre llegáis tarde a las citas con 1 hora de retraso, siempre que lleguéis puntuales, no habrá nadie allí para comprobarlo y si por el contrario llegas tarde, todo el mundo habrá llegado antes que tú y quedarás fatal. Coño, pues habrá que llegar tarde ¿no? Qué tampoco estamos para perder el tiempo …

En mis 22 años he podido apreciar que puedes conseguir lo que quieras, siempre aplicando la fórmula correcta. La fórmula para hacer que llueva; Di ''Qué día más bonito, ojalá siga así'', lava el coche, riega el jardín, lava toda la ropa que tengas y la pones a secar, organiza una barbacoa para la noche o simplemente, sal de casa sin coche y sin abrigo. La fórmula para echar el limón al pescado es coger el limón y exprimirlo apuntando cualquier dirección, nunca falla o si quieres hacer aparecer un autobús la fórmula es la siguiente; vas a la parada, esperas 30 minutos, te enciendes un cigarro y a la mitad de la primera calada, aparece. Y por último, la fórmula para no poder aparcar cerca de casa; te pegas 30 vueltas a la manzana para finalmente aparcar en otro barrio a 30 minutos a pie de tu casa. Al llegar, verás dos o tres aparcamientos vacíos.
Sí, ésto nos ha dejado, nuestro querido amigo Edward. Gracias...

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