martes, 20 de septiembre de 2011

No más miedo [Cap.4]


Obsesión, celos, pasión, dejadez y decepción son las partes negativas de mi siguiente relación, que me llevó a mi situación actual. Al principio creí que sería el definitivo, fue con él con quien yo engordé metafóricamente hablando luciéndome sexualmente, fue entonces en aquel momento cuando volví a escuchar la frase ''eres una diosa'' y me lo creí. El movimiento de mi pelo, mi torso, mis ojos, mis labios lo decían todo y dejé de ser, otra vez, una mujer normal. Pero al parecer, tampoco podía llevar mi ritmo y la relación se fue al traste.

Hace más de medio año me sucedió algo horrible con respecto al sexo, cosas que no me apetecen nombrar, cosas que únicamente deben de quedar en mi cabeza. Por una vez en mi vida, el sexo me dio asco. Pero aquella noche comprendí que el sexo y el matrimonio no son tan distintos porque puedes convertirte en propiedad de la otra persona, y cuando esa persona es como algunos de los anteriores citados, tu vida deja de tener valor.

Mis mejores amigas siempre me han dicho que me alejara de todo eso, que no arriesgara tanto con los hombres porque nadie sabe lo que pasará el día de mañana, pero también dicen que quien no arriesga no gana.

Disfruta de la vida todo lo que puedas, el amor llena las neveras y la mía estaba vacía desde hacía un tiempo, debemos de querernos más … Ahora, puedo tocar la hierba, sentir lo áspero, sentir el terciopelo, despacito voy tocando mi cuerpo y descubro cada día qué camino debo de seguir, ser yo misma.

Seré una mujer promiscua, ya que pretendo utilizar el sexo como medio para buscar lo que todo el mundo quiere encontrar en su vida; reconocimiento, amor, cariño, placer y autoestima. ¿Qué hay de malo en eso? Podéis ponerme algún nombre, no me importa, adelante. Pero sí tenéis que saber qué soy en realidad, una nereida, una ninfa, una reina...

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