martes, 6 de septiembre de 2011

El Diablo viste de Dior

Hoy me he ido a comprar ropa por la mañana, he acabado un poco de mala leche. La verdad, yo soy una mujer rara lo reconozco pero hay cosas que son claramente evidente cuando te vas de compras y da igual si eres rara, normal o subnormal, os lo digo yo.
Considero que las mujeres en ese aspecto somos como víctimas de un grupo de personas que no tienen nada mejor que hacer y se reúnen en secreto, con unas mentes perversas y es entonces cuando ellos escogen lo que todo el mundo conoce por tendéncia de moda.





Joder ¿Cómo lo harán? La escena seria la siguiente, llegará Paco Rabanne y dirá algo como ''Este año se llevará el color azul celeste'', y saltarán a dúo Victorio y Lucchino ''Lo que quieras pero los jerséis van a ser sin mangas para verano, pero con cuello alto''.
Ale, jódete guapa, a pasar calor este verano. Y nosotras como tontas, a comprarnos el jersey azul celeste sin mangas y con cuello alto, total, para presumir hay que sufrir ¿no?
¿Qué vas a esperar de unos que dicen que los mejores pantalones son los que se abrochan en la rabanilla y encima nos hacen creer que vamos estupendas? Imagino que sacaron esos pantalones para que se nos vea el tanga, fijo. Yo hoy iba con uno de esos, y cortos, pues os juro que rezaba para que a la vieja de enfrente en el autobús no se le cayera el bastón... eso provocaría que yo me tuviera que agachar por cortesía y el mirón de atrás se alegrara la vista. Aun sigo diciendo que el tío de atrás le dio una Dormidina a la abuelita en un descuido pero bueno...

Creo que parte de las mujeres caen en las redes de la moda y ya no escapan. Éstas mujeres las podemos encontrar en los escaparates atontadas, no es que sean tontas no, es que escuchan vocecillas, como de hadas que les dicen ''El poder de Dior te gobierna, entra, entra!'' Yo me he dado cuenta del poder de esa secta hoy, que he intentado comprarme un vestidito para una cena familiar que voy a tener dentro de una semana (...Qué bien...).
Eh, no es fácil eh, porque entras a la tienda pidiendo un vestido rosa y va la dependienta y te suelta que no, que ahora se lleva el conjunto de pantalón bajo con un jersey azul celeste sin mangas y con cuello alto. ¡Esto parece una secta! Están quitando mi voluntad de comprarme un mini vestidito rosa cuco.
Aún así por tal de no hacerle el feo a la chica le dices, ''Sacame un pantalón con talla 40'' y en ese momento va la tía, me hace una radiografía entera con TAC incluido, como si miraríais vosotros un Fiat Panda desde un 4x4, pues igual, y me suelta, ''¿La 40? Estarás entre la 42 y 44''. La cara que se me ha quedado ha sido de alucine, a lo que he pensado ''Tú estás entre gilipollas y tonta del culo'' y le he insistido ''La 40 es la mía'', y me suelta que este año viene la 40 muy ceñida... Es ahí cuando viene la segunda fase del plan de Dior, disminuir el autoestima de la compradora para poder dominarte mejor, a lo que piensas ''¡No, yo me pruebo la 40! y me entrará''. Los cojones. Entrar entrará pero a no ser que quieras el pantalón para disfrazarte en carnavales de longaniza... Y claro, ves lo que ves.

Y digo yo joder, ¿si en todo el mundo un metro es un metro y un kilo es un kilo, ¿por que la talla 40 no es siempre la talla 40? Total, que hice lo que hacemos todas en esta situación, llevármelo. Si, porque pensé lo que pensamos todas: 'Así me obligo a adelgazar'. Y aquí estoy, cenando lechuga ¿sabes?. Aunque yo por si acaso, fui a otra tienda y me compré mi vestidito rosita cuco. ¡Que le den a la moda y sobretodo, a la tía envidiosa de la dependienta!

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