jueves, 1 de septiembre de 2011

Dolor y sufrimiento


Aun no ha anochecido, la calle esta desierta, imagino que debe de ser el calor. Agobia muchísimo, es completamente insoportable, preferiría arrancarme la piel a tiras. Por eso yo prefiero el invierno, sí señor, tapadita en la cama con una mantita, viendo la tele y escuchando llover, me llamareis sosa o poco divertida pero para mi eso es un planazo de domingo.

Hoy por ejemplo, tampoco ha sido un día ejemplar. Hoy, me han hecho daño, sentimentalmente y físicamente. Y precisamente, quiero hablar de eso, del dolor.

El dolor emocional es algo común que muchas personas experimentan en cierto momento de su vida, es algo normal, todo el mundo ha pasado por un desengaño amoroso, por un fracaso profesional, un divorcio, la viudez o la pérdida de un ser querido llegan sorpresivamente y nos toma desprevenidos. Precisamente creo que nos duele más porque no nos avisan de lo que va a suceder, no nos da tiempo a asimilar lo que sucederá y a veces sientes que podías haber evitado alguna mala situación para no acabar así.

Sufrí un accidente domestico hace unos días y la consecuencia de ello tengo 2 dedos del pie rotos. Llevo ya mas de 15 días así y me comentan que no es normal que me duela tantísimo teniendo el pie inmovilizado como lo tengo. Bien, os puedo asegurar que cada vez que me pongo en pie veo pajaritos de todas clases. Pero no es eso lo que me ha dolido de verdad hoy.

Tengo a una persona cercana, que no se cree que yo tenga ese dolor tan punzante. Es una persona muy cercana a mi y precisamente por eso me ha dolido más. Se piensa sin más que me estoy haciendo la enferma por tal de no dar un palo al agua. Bien.

Estos dolores suelen costar más de superar incluso que un dolor físico por medio de la negación y de los mecanismos de defensa que desarrollamos en esos momentos difíciles nos conducen a un auto engaño de que nada grave esta sucediendo en nuestra vida. Y es cierto, he estado días haciendo de todo en casa como si nada me pasara, provocando inconscientemente que hoy, me doliera muchísimo más.

Otras personas sin embargo, les gusta que la gente sienta compasión de ellas y por eso adoptan el rol de víctima frente a sus amistades y sus familiares, pues les gusta que los demás les tenga lástima. Estas personas adictas al dolor sentimental muchas veces chantajean a otros presentando comportamientos que inspiran compasión a los que los rodean.
Yo pienso que todo ese sufrimiento que tienes, sea por el motivo que sea, afecta a nuestros seres queridos que sufren con nosotros y los cuales se sienten devastados al saber que nosotros estamos sufriendo y no nos queda otra que aceptar que pese a quien pese, ellos no pueden hacer nada para aliviar nuestro dolor, solo el tiempo y nosotros mismos podemos hacer algo para evitarlo.

Y bueno, resumiendo el final de mi historia de hoy, he acabado en el hospital esta mañana porque a dicha persona que no cree en mi, no se le ha ocurrido otra cosa que presionar, apretar mis pequeños deditos para decir ''Ves como no le duele''. Podréis imaginar el dolor que he sentido cuando me han apretado ambos dedos rotos, pero insisto el dolor físico no es nada comparado con el dolor sentimental que te puedan causar las personas de tu alrededor, como por ejemplo, no creer en ti.

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